Oscar Latuag

‘La Estética de la Mente’

La mente tiene sus propios mundos perfectos. La mente tiene su propio mundo musical perfecto. Todos nos damos cuenta si alguien ha desafinado, inmediatamente, sin dudarlo, es como si esa nota hiciera daño, como si perturbara la paz, como una palabra fuera de lugar. No sabemos qué, pero “algo ha salido mal”. Todos lo percibimos, pero muy pocos son los estudiados. Es como si la mente ya tuviera su mundo musical bello y perfecto y saltara de su asiento ante cualquier alteración.

Con el dibujo pasa lo mismo. Un punto mal colocado, una perspectiva hacia la derecha, un color equivocado…, es como si empujara a todo el cuadro hacia el vacío, hacia la imperfección, como un runrún en tu cabeza, como si la mente dijera: “Algo está mal”, no sabes qué, pero algo no va ahí, algo falta, mira a ver, cambia ese color, cambia esa línea, cambia a ver…, y de repente la mente dice : ¡Ya! ¡Es así! ¡No toques nada! La mente posee su propio mundo perfecto del dibujo, del equilibrio y la armonía, solo hay que trazar y trazar hasta que ella por fin sonríe.

Les presento la perfección pasajera de mi mente.

A mi abuelo.